martes, 24 de septiembre de 2013

Casi un mes por tierras alemanas ¡y lo que queda por venir!

¡Hola hola, caritas lindas!
En primer lugar, quiero daros las gracias a todas por los ánimos y los consejos que tan amablemente habéis ido dejando en la entrada anterior. Sois unos soletes maravillosos
Y bueno, después de la desilusión del primer día las cosas han ido a mejor. Además, cuando me enteré de que mi HM se va a trabajar los miércoles una hora antes (¡sale de casa a las 7 y media de la mañana!) para estar aquí una hora antes y que me dé tiempo a coger el tren me sentí como una niñata desagradecida por lloriquear porque no hay más au pairs en el grupo Las clases están bien, el profesor es bastante majo y la gente es muy abierta.Eso sí, hay muchos españoles (menuda plaga estamos hechos xD), pero ya hemos establecido que nos sentaremos uno en cada punta, para coincidir lo menos posible y no caer en la tentación. Así que ya no hay quejas ni malas caras que valgan.
Además, no todo es tan malo a este lado del Rin. Resulta que la amiga de una amiga es au pair en un pueblo de aquí al lado. El sábado estuve con ella turisteando por Colonia y es un encanto. El problema es que la pobre hace más horas que un reloj en su casa y ya le han dicho que se vaya olvidando de eso de tener todos los fines de semana libres. Según su HM las au pairs SOLO tienen libres los domingos, y no siempre. No sé si es que yo estoy muy mal acostumbrada a tener los fines de semana para rascarme la barriga, pero trabajar sábados y domingos me parece excesivo.

Aprovecho esta entrada para contaros mi primer babysitting. Así es, el domingo mis HP se fueron a Colonia y aquí me quedé yo, sola ante el peligro. Lo bueno de que hayan tenido antes au pair es que estos niños están acostumbrados a que de vez en cuando los padres huyan una noche y no montan ningún escándalo del estilo "quiero a mi mamá" o "si no me lee el  cuento mi padre no me pongo el pijama". Bien, punto positivo. Al final conseguí que se durmieran solo media hora después de lo normal, así que creo que no lo hice tan mal. Por si a alguien se le ha pasado por la cabeza la mínima idea de que no tuve problemas es que no ha sido/es au pair. SIEMPRE hay problemas, aunque puedan parecer "tonterías". 
El primero fue la cena. La madre había dejado arroz blanco y una salsa de espinacas preparadas y yo tenía que hacer unos palitos de merluza (de estos congelados, tipo Pescanova). Estupendo, los congelados y yo no nos llevamos bien. Me gusta cocinar y, de momento, nadie se ha envenenado con ninguno de mis platos, pero los congelados... No sé cómo, pero siempre consigo que se queden hechos por fuera y fríos por dentro. Así que ideé un plan B: convencer a los niños de lo ricas que me salían las tortillas y de que eran más sanas que esas aberraciones demoníacas salidas del congelador. Pero nada, no coló, palitos de merluza al canto. Así que ahí estaba yo, peleándome con el extractor para que el olor a fritanga no llegara hasta el sótano mientras intentaba cocinar eso a fuego lento para que el calor llegara a todos los puntos de la barrita. Y gané la batalla. Uno de los palitos que me comí yo estaba algo fresquito por dentro, pero si los niños encontraron otro así no lo dijeron. Aquí llegó el problema número dos. Creo que mi HM se pensó que yo me alimentaría de rayos de luna y dejó bastante poco arroz cocido y, a pesar de que no comí mucho, me dio la sensación de que los niños comieron poco. Me faltó preguntarles al más puro estilo de la abuela española "¿tienes hambre? ¿te frío un huevo?", pero empezaron a jugar a que eran máquinas para quitar la mesa y en pocos segundos estaban todos los platos amontonados en la encimera. Después de preguntar varias veces me dijeron que no tenían más hambre, así que primera prueba superada. El resto de la noche fue bien. Pijama - mini pelea - lavarse los dientes - mini pelea - acostarse (las mini peleas las intercalo porque hasta que no les había dicho dos millones de veces lo que tenían que hacer y me había puesto con cara de asesina en serie no lo hicieron, pero he de decir en mi defensa que eso también lo hacen con sus padres).
El tercer problema fue, ni más ni menos, que perdí un gato. Sí sí, como lo leéis. Resulta que soy la au pair de dos niños y dos gatos. Al contrario que el gato que tengo en casa que solo come, me araña (perdón, me arañaba), trasteaba y dormía, estos son muy independientes y vienen y van cuando quieren. Pero a partir de cierta hora ya no los dejan salir para que no se pierdan por las profundidades del vecindario de noche. Supongo que ya imagináis por dónde va la historia. Cuando terminé de acostar a los niños, uno de los gatos apareció por mi habitación. En ese momento me acordé de que, al sacar algo a la basura, el otro había salido, pero en ese momento no le di importancia. Salí al jardín y lo llamé, pero como los gatos son así de chulos, si me oyó pasó de mi cara. Agobio. Lo busqué por toda la casa para ver si había vuelto. No estaba. Más agobio. Finalmente llegaron los padres y yo ya estaba para que me diera algo, rezando a los Siete Dioses para que el gato de las narices volviera. Y con toda mi cara de preocupación les dije que uno había salido y no estaba en casa todavía. No les hizo mucha gracia, la verdad, pero abrieron la gatera y siguieron con sus vidas. "En cuanto se aburra, volverá". Y sí, el maldito gato volvió poquito después.
Aquí tenéis al culpable. ¡Qué no os engañe su adorabilidad!
Y el sábado me di el capricho del mes. 

Mi padre tenía un kindle que de vez en cuando secuestraba y cuando me vine contemplé la idea de comprarme uno propio, pero pensé que estaría muy ocupada con todo y que no lo utilizaría. El sábado vi que Amazon ha bajado el precio y, visto lo visto y teniendo en cuenta que el tiempo libre me sobra, decidí adquirir esta pequeña maravilla por el maravilloso precio de 49€. Ya me han pasado por correo tooooodooos los libros que ya me había descargado, entre ellos la saga de Harry Potter en alemán.
Legalidad ante todo ;)

8 comentarios:

  1. Köln es algo así como Mallorca con los alemanes, pero a la inversa jajajaja
    Yo perdí al perro una vez, que volvió media hora después para mi desesperación profunda. Y animo con esos babysittings, que los hay que son para organizar un suicidio colectivo.
    Me alegro que estén mejor las cosas, y si te comparas con la otra chica... señor, pobrecilla.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Yo no diría "perder" sino "el animal tenía ganas de aventurarse en lo desconocido y no pude hacer nada para frenar sus impulsos" jajaja
      Espero que no hayan muchos babysittings así y que los niños/gatos estén en su sitio la próxima vez, porque ¡menudo susto!
      Gracias por pasarte, flor! :)

      Eliminar
  2. El mundo está plagado de Españoles, en mi pueblo hay muchisimos! Una plaga pero de verdad... hahaha me alegro que ya estés mejor! :)
    http://maybetonightt.blogspot.com.es/

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Sí sí, antes cuando oía español por la calle era como "Diooos, español! *-*). Ahora ya ni me sorprendo, porque hay muchísimos! jajaja

      Eliminar
  3. Me alegro que vaya mejor y hayas superado el primer babysitting. Yo todavia tengo pesadillas con el primero de la niña y unico los padres han decidido que solo cuido al niño de noche que es un santo y la niña va con la tia, asi que puedes imaginar la niña del exorcista que tuve, tambien culpa de los padres que decidieron seguir de marcha y no acostarla sobre la marcha.
    Lo de los españoles es una pasada, aqui en Cork vas por la calle y lo raro es no cruzarte con algun español. Si en mi mierda aldea somos 4 aupairs 2 españolas, una francesa y una alemana
    Besos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Jajajaja Sí que tuvo que ser mala la experiencia, si llevan a la niña a dormir a casa de su tía! No me lo quiero ni imaginar jaja
      Lo de los españoles es un poco rollo, porque quiero practicar alemán y no paro de encontrarme gente española -.- Dentro de nada habrá más españoles fuera de España que dentro! jajaj

      Eliminar
  4. Españoles everywhere!!! jajaja
    Que bien que hayas conocido ya a una chica, y no te preocupes porque tenga poco tiempo libre. Si hay una, tiene que haber más!

    Yo tengo dos gatos aquí pero no les dejan salir de casa. Al gordo (Mango) le puedes dejar la puerta abierta que él no se va. Sabe que en ningún lado va a comer mejor que aquí. Y el delgado (Gelatto) intenta huir cada vez que ve un resquicio... Un día salió a la calle porque yo tenía la puerta abierta y casi me muero del susto. No quiero ni imaginar lo que se siente cuando no lo encuentras!

    Un beso, te leo!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡No me digas que uno de tus gatos se llama Mango! Resulta que el aventurero de por aquí también! jajajaja Se ve que está de moda poner nombres de frutas a los animales y no me había enterado xDDD
      Y ahí estoy, a la caza de más au pairs. Cada vez que veo una chica en el tren sola pienso: igual esta es. Deberíamos llevar un pin o algo para reconocernos entre nosotras.
      Un beso, bonica ^^

      Eliminar

¿Quieres saber más?

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...