miércoles, 20 de julio de 2016

¿Qué se puede hacer con la paga de aupair?

La idea de escribir esta entrada surgió el otro día, cuando hablaba con una compañera de la carrera. Ella se marcha de aupair a Alemania y yo, como ya comenté hace unos días, me iré el curso que viene a trabajar de auxiliar de conversación. Total, que allí estábamos las dos hablando de unas cosas y otras cuando salió a colación el tema del dinero y esta chica soltó la siguiente frase lapidaria:

"El sueldo de aupair es mucho mejor que el de auxiliar porque como no tienes ningún gasto te llega para todo."

No lo voy a negar, el sueldo es uno de los aspectos principales de ser aupair y uno de los asuntos que más preocupa antes de irnos. Siempre nos asalta la duda de si la paga será suficiente, o si nos llegará para los gastos que planeamos tener. Partimos de la base de que ser aupair es una buena forma de que vivir en el extranjero no acabe con nuestra pequeña economía de estudiante (escasa o inexistente). Si nos autofinanciamos con la pequeña paga (y sabemos administrarla), podemos volver a casa después de un año sin dejarnos un riñón por el camino.

Ahora bien, y volviendo a la reflexión anterior, puede que para ser aupair no haya que gastarse una fortuna, pero lo de que no tienes ningún gasto es otro cantar. Por supuesto, no hay que preocuparse de pagar el alquiler, el agua, la luz o la calefacción. Y milagrosamente, cada vez que abres la nevera, está llena de cosas ricas. Incluso a la hora de comer, sin haber calentado una sartén, tienes una comida deliciosa encima de la mesa. Pero los gastos de una aupair no acaban ahí ni mucho menos.
Desde mi experiencia puedo decir que es inevitable gastarte dinero de nuestro propio bolsillo. Sobre todo si el objetivo es aprovechar al máximo la experiencia y no quedarnos en casa comiendo arroz hervido. Entonces, ¿qué se puede hacer con la paga de aupair y qué no?

En primer lugar, habamos de paga (en alemán Taschengeld) porque es una cantidad tan pequeña que no se puede considerar sueldo, de hecho, no hay que pagar impuestos por ella ni allí ni aquí (por si a alguien le puede interesar este dato). Alemania, por suerte, tiene el tema bastante regulado y el salario mínimo que puede cobrar una aupair allí es de 260 €. Hay familias que dan un poco más, o que pagan los vuelos. Pero también hay familias que no pagan ni el transporte ni un curso de alemán. Es difícil establecer unas normas generales porque cada familia y cada aupair es un mundo. Por eso hablaré desde mi experiencia.

Qué SÍ me puedo permitir con la paga de aupair:

-Comprar todo tipo de guarrerías varias. Lo admito, ponerte como un tonel estando de aupair no es nada complicado. La paga da para muuuuucho chocolate, muchas gominolas, muchas galletas ultra dulces y grasientas... ¿Te toca esperar media hora en la estación a que salga tu tren? Pues te compras un croissant de esos con tan buena pinta. ¿Has salido a pasear, tienes hambre y frío y estás en la otra punta del pueblo? Pues entras en la cafetería tan cuqui a tomar un café y un trozo de tarta de chocolate.

- Comprar enseres de higiene necesarios. El champú, el acondicionador, el gel, la crema hidratante... Lo más normal es que de esto lo financie el propio bolsillo, a no ser que la familia lo quiera incluir en su lista de la compra. Personalmente, yo prefería encargarme de ello y así iba probando diferentes marcas (además de que yo para los olores del champú y demás soy un poco maniática). Con la cantidad de droguerías que hay por Alemania (dm, Rossmann... ) no tiene por qué salir caro.

- Salir los fines de semana. Con salir me refiero a cenar fuera, ir a diferentes cafeterías/bares con amigas a tomar algo, ir a algún museo de vez en cuando, pasearte por el centro de la ciudad tomándote un helado/Glühwein (según la estación), hacer planes con amigas... Todo ello, claro, dentro de unos límites. Nosotras siempre íbamos a restaurantes "económicos" y comíamos mucha comida rápida: hamburguesas, pizzas, kebab, Currywurst... las opciones son infinitas, aunque en Alemania se puede comer comida sana por poco precio si sabes dónde ir. Alguna vez nos dimos el lujo de ir a un restaurante donde no se come con las manos, pero solo en ocasiones especiales. 

- Salir de fiesta. He de reconocer que sobre este tema no sé mucho porque no soy muy de salir de fiesta hasta las tantas. Pero la paga de aupair sí que da para tomarte unas copas de vez en cuando y beber cerveza, mucha cerveza.

- Darte algún capricho al mes. Esto ya depende de cada uno y su concepto de capricho. Los míos son más bien baratos: un libro de vez en cuando, un DVD, unos pantalones porque los que me traje de España están hechos polvo, unos deportivos para el gimnasio, unas botas para el invierno, la tarifa del móvil...

- Pagar actividades extra. Si retomamos el primer punto de esta lista, después de un mes en tierras extrañas puede que hayamos duplicado nuestro peso (true story). La paga también llega para un abono mensual al gimnasio del pueblo (aunque a mí me sablaban cada mes, he de reconocerlo, pero hay formas muy económicas de hacer deporte, sobre todo si vives cerca de una universidad). Las VHS también ofrecen excursiones, cursos de un día sobre cualquier cosa (repostería, costura, manualidades, fotografía...). Yo hice algunos y los recomiendo 100 %, ya que además de aprender cosas nuevas conoces gente, te relacionas, mejoras el idioma...

- Hacer excursiones. Nada de dar la vuelta al mundo, desde luego, pero con el sueldecillo de aupair se pueden hacer pequeños viajes bastante decentes a ciudades cercanas. Además, si se aprovechan las ofertas de la DB y los tickets regionales o de fin de semana, se puede viajar a muy buen precio. Si a eso le sumamos comer en algún sitio baratillo y llevar provisiones de casa (galletas, agua, zumo...), pasar el día en Frankfurt puede salirnos por 15 eurillos de nada.

La paga da para todo eso y mucho más si se gestiona bien.

Qué NO me puedo permitir con la paga de aupair:

Puede que 260 € parezca una cantidad razonable de dinero, pero hay muchas cosas para las que no llega (o, por lo menos, no llega si no queremos pasar el mes encerrados en casa).

- El transporte. El transporte en general es bastante caro, especialmente si tenemos que desplazarnos todos los días. Los abonos mensuales son una buena opción si coges el tren/tram/bus casi todos los días, pero puede salir por un ojo de la cara (unos 100 € o más, dependiendo de la distancia). Mi familia, por ejemplo, me lo pagaba todos los meses, pero conozco a muchas chicas que se lo pagaban de su bolsillo. Personalmente creo que este es uno de los temas principales a tratar con la familia antes de irse, ya que si ellos no se hacen cargo, puede acabar con el presupuesto. Incluso si la familia vive en la propia ciudad, nunca viene mal contar con el abono para moverte por ella. Por ello, hay que dejar claro este tema antes de firmar nada, para saber a qué atenerse. Podéis imaginar la sorpresa de ver que vives al lado de una gran ciudad pero a penas puedes ir allí porque no te puedes pagar el transporte. Si la familia se niega a pagarlo entero, proponedle que pague la mitad o que os ayude a pagar los tickets sencillos.

- Los cursos de alemán. Este punto hay que matizarlo un poquito. Hay cursos de una semana que pueden costar unos 50 € y otros intensivos de tres meses que pueden llegar a los 400 €. Los que yo recomiendo encarecidamente son los de dos días a la semana, que pueden costar unos 120 € (me baso en los precios de la VHS de Colonia de hace dos años, no sé ahora cómo estarán). Los cursos se quedan un poco por encima de  nuestras posibilidades, a no ser que el mes que los pagues te quedes en casa hibernando.

- Los vuelos. Hay vuelos baratos, eso lo sabemos todos (todos conocemos al amigo de un amigo que se fue a Bruselas/Londres/París por 20 céntimos reservándolo el día de antes, ¿no? xD). Pero cuando tienes que volar de X día a X día, porque solo puedes estar fuera la semana que la familia tiene vacaciones, tienes que aguantarte y pagar lo que las compañías aéreas quieran cobrarte. A mí todavía me duele la puñalada de los vuelos de Navidad (unos 260 € ida y vuelta, en una compañía low cost y reservados en octubre) pero no tenía más remedio que aceptarlo si no quería pasarme las navidades cantando villancicos en alemán.

- Los viajes largos. La paga llega perfectamente para hacer alguna excursión al mes, ir al pueblo de al lado, visitar esta u otra ciudad, pero para viajes largos... Se queda un poco escasa. Entre billetes de tren, hostales, comida, visitas turísticas (museos, visitas guiadas...) se va bastante dinero.


Pero como todo en esta vida, todo esto es relativo y depende de cada uno y de sus prioridades. Mi consejo: disfrutad del año y no os preocupéis por el dinero. Creo que no merece la pena quedarse en casa y dejar de lado planes geniales por ahorrar unos cuantos euros. Al fin y al cabo, cuando vuelves a casa y echas la vista atrás solo recuerdas los buenos momentos: las risas en el tren, los exámenes en la escuela, la profesora de la que tanto aprendiste, las carreras para coger el tram...

¿Qué opináis? ¿Hay algo más que añadiríais a la lista de SÍ o NO?



martes, 5 de julio de 2016

La casa de Doña Auiola

¡Muy buenos días por la mañana! (Obviemos que son las 12.45 y que de mañana ya queda poco xD)

¡Bienvenidos a esta nueva versión de "seraupairynomorirenelintento.blogspot.com.es"!

Como ya comenté en la entrada anterior, no sabía muy bien qué hacer con el blog. A pesar de que mi etapa de aupair ya ha quedado atrás, cerrarlo definitivamente no era una opción. Y abandonarlo del todo y empezar uno nuevo tampoco me convencía nada. Al fin y al cabo, siempre he tenido la sensación de que aquí vive una pequeña parte de mí. 
Por eso, después de mucho reflexionar y darle muchas vueltas (que yo soy muy de darle mil vueltas a las cosas), decidí que no quería renunciar a este blog que tantas alegrías me ha dado, así que la mejor opción era lavarle la cara, actualizarlo y adecuarlo a las nuevas necesidades

Y todo ello empezaba por darle un nuevo nombre, porque con "Ser aupair y no morir en el intento" ya no me sentía muy identificada. Doña Auiola, aunque parezca un trabalenguas, es un personaje de La Historia Interminable de Michael Ende, uno de mis libros favoritos. Se trata de una mujer-planta que se ha creado a sí misma y habita en la Casa del Cambio, una pequeña casita con forma de calabaza y tejado rojo que se divierte cambiando sus habitaciones y su dimensión según le place. Pero no solo cambia su forma y tamaño, también cambia a aquellos que se hospedan en ella, o a los que quieren ser diferentes sin dejar de ser ellos mismos, como al protagonista de la novela. Creo que para mí este blog es mi propia Casa del Cambio, porque aquí he narrado mi vida y mis ideas y, ahora que mi vida y mis ideas son diferentes, este blog no podía hacer otra cosa que cambiar conmigo. 

Seguiré hablando de cosas de aupair, porque es un tema que me encanta. Seguiré hablando de viajar (barato) por Alemania. Seguiré hablando de la vida en Deutschland y cómo la veo yo. Y empezaré a hablar de la vida de auxiliar de conversación, sobre todo porque hay poca información acerca del tema y no estaría de más proponer ideas y dar consejos a aquellos que, como yo, empiezan este camino.

Espero que os guste mi Casa del Cambio y ¡nos leemos pronto!

¿Quieres saber más?

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