Quién soy


Traductora. Nacida cerca del Mediterráneo y rodeada de palmeras. Mi romance con el alemán comenzó el día que se me ocurrió apuntarme a la escuela de idiomas "a ver qué tal se me da". Desde entonces, mi vida gira entorno al idioma germano, las declinaciones y los casos.
En 2013 decidí que mi nivel no era suficiente para terminar la carrera decentemente, así que decidí irme a Alemania a trabajar de aupair. Allí aprendí, ¡vaya que si aprendí! Y este blog fue testigo de mis andanzas entre Brühl, Colonia y muchas otras ciudades, mis fracasos y éxitos cuidando de dos pequeños monstruitos y mis avances con el idioma.
A pesar de los meses sin actualizar, no podía dejar este rincón totalmente abandonado. Siento que aquí se encuentra una parte de mí. Por ello, ahora que me marcho a la misma zona como auxiliar de conversación, me pareció una buena oportunidad para rescatarlo, quitarle el polvo, lavarle bien la cara y adecuarlo a los nuevos tiempos y a las nuevas experiencias.
A los que ya me conocéis, muchas gracias por seguir leyéndome, y a los que habéis aterrizado sin saber muy bien por qué, sed bienvenidos.

Por cierto, ¿he dicho ya que me encanta el ganchillo?

El nombre del blog viene de Doña Auiola, un personaje muy entrañable de La Historia Interminable de Michael Ende. Habita en la Casa del Cambio, una pequeña casita con forma de calabaza y tejado rojo que se divierte cambiando sus habitaciones y su dimensión. Pero también cambia a aquellos que se hospedan en ella, o a los que quieren ser diferentes sin dejar de ser ellos mismos.




Además de la breve descripción de mi perfil, hay mucho más de mí que no he dicho:

- Soy muy un poco maniática. Y perfeccionista. Me gusta que las cosas salgan como tienen que salir. O por lo menos como las visualizo en mi cabeza.

- Me gusta leer, aunque los libros que me enganchan los devoro.

- Soy poco constante, aunque estoy trabajando en ello.

- No fue hasta que empecé a estudiar alemán cuando me interesé por los idiomas y me quise dedicar a ello. Antes quería ser pedagoga.

- Me encanta la radio. Me ayuda a desconectar y de vez en cuando aparecen canciones que me apasionan.

- Desde que volví de Alemania soy muy puntual y me enfado si llego tarde. Antes no era una característica que me definiera.

- No puedo vivir sin mi reloj de pulsera.

- Cuando me obsesiono con una canción la puedo cantar todo el día, una y otra vez aunque el trozo que me sepa sea minúsculo.


Cuando fui aupair:

-Cuidaba de dos mellizos, aunque a uno de ellos lo quería más que al otro.

-También cuidaba de dos gatos, ambos mucho más cariñosos que el mio propio.

-Pasé muchas horas sola. Y me encantaba.

-La mitad de mi sueldo se fue en libros y películas. La otra mitad en cenar por ahí.

-Me quedaba embobada viendo la catedral de Colonia. Incluso después de vivir un año allí.

-Me encantaba viajar en tren.

-Aunque siempre tenía que correr para cogerlo. SIEMPRE.

-Hice 2.773 fotos.

1 comentario:

  1. ¡Hola! A ver que me pongo al día! No sé por qué no me deja suscribirme a tu blog en blogger! Tenías otro blog antes?, puede ser? Me apunto a seguir tu aventura germana! Mucho ánimo y un beso fuerte!!

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