domingo, 26 de abril de 2015

Los desertores también tenemos derecho a volver

Lo sé, he abandonado este lugar de la forma más cruel posible. Mentí como una bellaca en aquella entrada que escribí al volver en la que prometía seguir contando aventuras e historias. He dejado que el polvo acampara por aquí y ni siquiera me he preocupado de seguir contestando comentarios. Soy lo peor.

Pero todos merecemos una segunda oportunidad, ¿verdad? He quitado las telarañas que colgaban por los menús y estoy decidida a volver a retomar (aunque sea fugazmente) el timón de este barco (¿veis qué poética me he vuelto?). 

"¿Y por qué ahora?", os preguntaréis. Bueno, digamos que desde que dejé atrás la vida de aupair he vuelto a ser la estudiante aburrida de siempre. Con prácticas por aquí, traducciones por allá, entregas... En fin, de todo lo que quería huir cuando me fui y a lo que, sin quererlo queriendo, he vuelto de cabeza. La única novedad destacable es que estoy intentando sacarme el carnet de conducir. Intentando, que no consiguiendo. Pero eso es otra historia. También he descubierto un nuevo hobby que me tiene absorbida: hacer ganchillo. Sí, el mismo ganchillo que hacen las abuelas para llenar los sofás de tapetes, aunque desde un punto de vista más moderno. AUPAIRS ESTRESADAS DEL MUNDO: BUSCAOS UNA AGUJA Y UN OVILLO. Lo juro, es el "nuevo yoga". Desestresa muchísimo y te ayuda a dejar la mente totalmente en blanco. Ojalá lo hubiera conocido antes, me hubiera ahorrado un montón de disgustos y calentamientos de cabeza.

En fin, que me lío.

Mi vuelta a este pequeño rincón de internet se debe al buen tiempo. ¿Al buen tiempo? Sí, al buen tiempo. Sacar las camisetas de manga corta del fondo del armario me recordó que el verano está a punto de llegar y que lo último que quiero hacer es pasarme dos meses y medio vegetando delante del ordenador pasando calor. No. Me niego. Vale que este año me haya convertido en una marmota, pero no pienso pasar así el verano. Así que empecé a barajar opciones para salir de este lugar los meses de verano.

Mi primera opción era trabajar. De cualquier cosa Jajajajajajajajaja. Seis millones de parados comparten esta opinión. Tal y como están las cosas, se necesitan años de experiencia para trabajar hasta de reponedor ¡de reponedor! en un Lidl. Que no es que sea yo Hulk para llevar paquetes así como así, pero, joder, dos años de experiencia para colocar cajas en un supermercado... (que ningún reponedor se sienta ofendido, ¡por favor!). En fin. Otro de los problemas es que mi universidad acaba bastante tarde (mi último examen es el 12 de junio...) y claro, las empresas que cogen gente de verano empieza a contratarlas en mayo para ir preparándolas, por lo que mi horario es incompatible con cualquier trabajo digno. El dinero me vendría muy bien, la verdad, más que nada porque a este paso el año que viene nos darán como beca un chicle y dos caramelos y una tiene que hacerse 60 km todos los días para ir y volver de la universidad... Pero visto lo visto, esta opción se queda en el cajón de los "algún día". Es lo que tiene no tener padres amigos de, ni ser la sobrina/prima de, que tenemos que aguantar con lo que nos toca.

Así que pensé ¿en qué sí tengo experiencia? ¡En ser aupair! Y si además añadimos la motivación extra que apareció tras leer las maravillosas entradas (aunque también terroríficas, todo hay que decirlo) de mi queridísima Ampelfrau, pues nada, a una le entran unas ganas locas de volver a ser domadora cuidadora de monstruítos.

También me plantee la idea de ir a algún campo de trabajo (que suena muy nazi, sí, pero conozco gente que ha ido y se lo ha pasado genial), pero en la mayoría el idioma "oficial" es el inglés y a mí lo que me interesa es seguir aprendiendo alemán (que igual también debería plantearme mejorar mi inglés, que falta me hace, pero eso es otra historia). Y otra cosa que me echaba para atrás es que, como vas de voluntario, no cobras nada. No es que yo quiera hacerme millonaria trabajando este verano, pero por lo menos el dinero justo para sobrevivir esos meses y no tirar de ahorros sí que quiero ganar. Así que descartado (por el momento, igual dentro de algún tiempo me apunto).

Volvamos a ser aupair. Es la opción más viable y que más confianza me da porque:

1º - Ya he sido aupair, sé lo que es, sé de lo que va y sé lo que hay.
2º - Tengo experiencia, así que puedo encontrar una familia decente.
3º - Como solo van a ser dos meses, tampoco me da tanto miedo aterrizar en un lugar que no sea idílico (tampoco digo que quiera que me maltraten, ojo, pero no es lo mismo buscar familia para un año que para dos meses).
4º - Por lo tanto, si la familia no me gusta me vuelvo a mi casa y santas pascuas, no pierdo nada.

Así que resumiendo aquí estoy, en el punto en el que estaba hace ya un dos años. Con un perfil escrito en un alemán infinitamente mejor e intentando venderme cual caballo de carreras para ver quien quiere acogerme este verano.
De momento tengo un par de familias fichadas, algunas me gustan mucho, pero en concreto hay una que me chifla: una familia alemana que busca a alguien que cuide a sus niños este verano en su casa de Mallorca. ¡En Mallorca! Y pensaréis: "¡pero si eso ni es Alemania ni nah!". Lo sé, pero estaría viviendo casi al lado de casa, en un sitio maravilloso y hablando alemán, que es lo que realmente me interesa. Claro que me gustaría volver a Alemania, pero esta vez iría con un presupuesto bastante reducido y posiblemente me quedaría con un montón de cosas pendientes por hacer/ver y, oye, ¡Mallorca es Mallorca!

¡Deseadme suerte! Os mantendré informados ;)

¿Quieres saber más?

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...