¡Hola hola, caritas lindas!
Aquí estoy, sana y salva, después de
cuatro días de andar, andar, hacer fotos, andar y viajar en tren.
Me quedo corta si digo que el viaje ha
sido maravilloso. Si ya me gustó esta región hace unos años, en
estos días me he enamorado totalmente. Es una zona preciosa y muy
muy verde. Las montañas y los bosques se cuelan entre las casitas y
dejan paisajes que te dejan embobado. Los viajes en tren se hacen
cortos si miras por la ventana y disfrutas de las vistas. Hay
momentos en los que el bosque absorbe las vías y por un momento
piensas que te vas a encontrar a Heidi y a Pedro corriendo por entre
los árboles.
Vista de la Selva Negra desde Freiburg |
Todo ha salido según lo planeado, tal
y como lo había organizado desde casa. Si bien es verdad que el
tiempo no me ha acompañado mucho estos días, no ha hecho excesivo
frío y a pesar de las nubes siempre presentes, no llovió demasiado
(solo un día que cayó el diluvio universal, pero ya llegaré).
Recorrido |
Pero si el viaje en sí salió a la
perfección, los preparativos fueron lo peor. Un par de veces estuve
a punto de tirar la toalla y mandarlo todo a paseo porque se
complicaron bastante las cosas. De hecho, llegué a pensar que no
podría irme. Pero como se dice, de los errores se aprende y todos
estos problemas me han enseñado un par de lecciones para el futuro,
por si acaso se me vuelve a ocurrir la idea de volver a andar por un
país con una mochila a cuestas.
Por eso, antes de meterme en materia y
dejaros con la boca abierta con las fotos y los fantásticos
paisajes, tengo que empezar a contar esta historia, como siempre,
desde el principio de los tiempos.
Después de haberme peleado con la
página de la DB (Deutsche Bahn, la Renfe española, más o menos)
buscando las mejores combinaciones de horarios y trenes, haber
buscado los hostales y albergues que se ajustaran a mi bolsillo (es
decir, baratos) y haber hecho un resumen de los lugares dignos de
visitar, lo tenía todo prácticamente preparado. En mi cabeza,
claro. Estuve esperando a una semana antes para comprar los billetes
de ida y vuelta y empezar a reservarlo todo. ¿Por qué tan tarde,
teniéndolo todo organizado con tanto tiempo? Bueno, mi plan era
comprar los billetes en un tren de alta velocidad (ICE) para así
perder el menor tiempo posible entre la ida y la vuelta (Colonia y
Freiburg están a unos 430 km). Pero claro, este tipo de trenes suele
ser bastante caro, a no ser que encuentres una oferta entre las
plazas restantes. Gracias a un antiguo compañero de tándem descubrí
una página donde puedes encontrar viajes en este tipo de trenes
bastante bien de precio (26€ los más baratos, teniendo en cuenta
que te cruzas prácticamente medio país en unas horas, sale
rentable). El problema es que estas plazas restantes salen a la venta
7 días antes del día de salida. Y ahí fue donde me colé. Estaba
muy convencida de que para el día que yo quería viajar encontraría
un billete a buen precio y además a la hora que yo quería (así,
por mi para bonita). Y cuando llegó el viernes anterior al viaje...
¡chan, chan! No había ofertas por ninguna parte y el billete más
barato costaba unos 75€. Ahí empecé a agobiarme un poco,
básicamente porque no quería dejarme la mitad del presupuesto en un
viaje en tren. Entonces busqué una segunda opción: el autobús. Los
viajes en autobús en Alemania suelen ser bastante baratos si los
reservas con bastante tiempo de antelación. Tardas mucho más que
con el tren y no son tan cómodos, pero oye, son baratos. Esta opción
la rechacé en un primer momento porque el viaje en autobús duraba
nada más y nada menos que 6 horas. ¡6 horas! Pero teniendo en
cuenta que era eso o dejarme un ojo de la cara, lo miré. Autobús
había, sí, pero estaba todo vendido. ¿Y qué hice entonces? Me
esperé hasta el sábado, por si por un milagro divino los precios
del tren bajaban (así de ingenua soy yo, si es que...).
Evidentemente al día siguiente no solo no habían bajado, sino que
había subido. Y ya entonces empecé a preocuparme “un pelín”.
Vaya, que igual me quedaba sin viaje. Me puse a buscar un plan B de
emergencia y me metí en la página de Blablacar. No es que me guste
mucho esto de viajar con alguien, además que iba sola (sí, soy una
cobarde xD) pero había que intentarlo. Y ¡bingo! Un chico iba el
viernes de Bonn a Freiburg, a una hora decente y por 25€. Sin
pensarlo dos veces le envié un mensaje y me quedé esperando a ver
qué decía el tipo en cuestión. Que por cierto, a todo esto, ya
había reservado los hostales en Freiburg y Karlsruhe (me aseguré de
que no hubiera que pagar por adelantado, por si las moscas). Pero
nada, que no hubo suerte. El chico me envió un mensaje diciéndome
que lo sentía mucho pero que había cancelado el viaje. En este
momento yo ya me puse un poco histérica. Lo tenía todo planeado,
todo arreglado, pero no tenía forma de llegar allí. Así que me
metí otra vez en la página de los autobuses para ver si, en lugar
de ir a Freiburg, podría ir hasta otra ciudad cercana. Pero estaba
todo vendido. Ay, ay, ay. Me planteé seriamente pagar los 75€ del
tren aunque luego me tuviera que alimentar de aire. En mi
desesperación, no sé por qué pero me dio la inspiración de
volver a mirar el autobús Colonia-Freiburg aunque solo fuera para
frustrarme al ver el letrero de “ausverkauft” (agotado). Cual fue
mi sorpresa al ver que habían puesto otro autobús. Seis horas en
autobús por 33€, pero ni me lo pensé. Rellené los datos y pagué.
Lección 1: Al tenerlo todo organizado
desde hacía tanto tiempo, dejar los billetes para el último momento
(véase una semana antes) fue arriesgar demasiado. Sí que es verdad
que me podría haber ahorrado un par de horas en el tren, pero
también me podría haber salido bastante caro si no hubiera
encontrado una segunda opción. Al final acabé yendo en autobús por
un precio superior al que hubiera pagado si lo hubiera reservado
antes.
Pero no, no es penséis que aquí se
acaba la cosa. Mientras hacía la compra, la página dio error.
Maravilloso. El banco me envió un correo notificándome el pago,
pero del billete ni rastro. Vaya por Dios. Ahí ya me cabreé con el
mundo entero. No por que hubiera pagado y no tuviera los billetes
(que también), sino porque todo parecía apuntar que si quería
llegar a Freiburg, tendría que irme andando. Aprovechando la
experiencia adquirida escribiendo cartas formales en la escuela de
idiomas, escribí un correo a la empresa comentándoles el problema.
Y ellos me enviaron un correo predeterminado informándome de que
resolverían el problema con la mayor brevedad posible. Teniendo en
cuenta que era sábado, asumí que como muy pronto me responderían
el lunes. Con suerte.
Llegó el lunes y ni rastro de los
billetes. Llamé al banco en España, para ver si había habido un
problema con el pago o algo, pero allí me dijeron que no. La chica
que me atendió me dijo que igual por temas de autorizaciones (al
pagar desde una cuenta al extranjero y todo eso) hasta que la empresa
de autobuses no recibiera el pago, no me mandaría el billete. Pero
claro, para que se resolviera el pago podrían pasar unos cinco días.
Aymadremía. El martes, viendo que esto no se resolvía de ninguna
manera, me armé de valor y llamé a la compañía por teléfono. Si
no lo había hecho antes es porque las conversaciones telefónicas me
cuestan horrores. No sé por qué, pero el alemán se modifica de una
linea a otra y me cuesta entender y hacerme entender. Pero bueno, no
había otra opción. Para mi sorpresa (y aumento de mi orgullo) la
chica que me atendió me entendió y yo la entendí si problema. Me
comentó que justo el sábado habían tenido unos problemas con el
servidor y que por eso no me habían mandado el billete, pero que lo
hacía en el momento. ¡Y sí! El billete llegó por fin a mi bandeja
de entrada. ¡Habemus viaje!
Por cierto, la empresa me contestó al
correo que envié pidiendo disculpas y agradeciendo que hubiera
llamado. Eso sí, el jueves. Mejor tarde que nunca...
Lección 2: Si surge cualquier
problema hay que hacer a un lado el miedo al teléfono y llamar
enseguida a la empresa antes de dejar pasar más tiempo. Si lo
hubiera hecho ese mismo sábado, me habría ahorrado tres días de
agobios.
Para el viaje de vuelta, volví a tener
el mismo problema. Nada de buses. Pero sí que encontré un tren
Heidelberg-Colonia por 29€. Me tocaba ir hasta Heidelberg, eso sí,
pero el horario me permitía llegar allí con tiempo. Esta vez no
tuve ningún problema de pagos.
Para viajar por allí, me decidí por
el BadenWürttembergTicket. En Alemania, cada región tiene un ticket
que te permite viajar por toda la zona con todo tipo de transportes
(excepto trenes de alta velocidad). En concreto el de
Baden-Württemberg está bastante bien porque te permite viajar solo
sin dejarte un riñón. El ticket para una persona vale 23€ y es
válido para un día entero, de las 9 de la mañana a las 3 del día
siguiente (los fines de semana y festivos dura las 24 horas). Si vas
sumando personas, aumenta un poco el precio (dos personas creo que
son unos 26€, que si lo divides, sale muy muy económico) y es
válido hasta cinco personas. En esta región está muy bien
planteado precisamente porque te permite viajar solo. En NRW, donde
vivo yo, es válido para 5 personas pero vale 42€, viajen las
personas que viajen. Aunque parezca un poco caro MERECE MUCHÍSIMO LA
PENA. Cada día cogí mínimo cuatro trenes y, para haceros una idea,
cada uno de los trayectos valía mínimo 20€. Así que imaginad el
ahorro. Además de que puedes coger tranvías y autobuses dentro de
una ciudad. Esto, aunque parece una tontería, lo agradeces hasta el
infinito cuando te has ido a la quinta puñeta andando y tienes que
volver al centro. Es más, si podéis haceros con un plano de los
autobuses/trenes de la ciudad, mejor que mejor.
Para ir con los deberes hechos, me
imprimí los planos de las ciudades que iba a visitar y marqué los
sitios más importantes que tenía que visitar sí o sí. Así me
hice una idea de lo lejos que estarían los hostales, la distancia de
la estación y el centro... Y menos mal, porque ni en Freiburg ni en
Tübingen encontré la oficina de turismo abierta y estos mapitas
que salvaron la vida.
Lección 4: Está bien llevar una idea
de lo que se va a visitar y un poco de información extra desde casa.
De esa forma no se pierde tiempo al llegar a la ciudad (¿y ahora a
dónde voy?) y si la oficina de turismo está cerrada, no es una
catástrofe tan grande.
Por último, pero no menos importante,
el autobús a Freiburg no salía de donde salen todos los autobuses.
Vaya por Dios. Sino de un barrio en el que yo no había estado nunca.
En un momento de lucidez decidí ir a la parada el jueves antes de
irme, porque conocedora de mi orientación casi inexistente, seguro
que si no iba antes, el viernes me perdería. Y sí, me perdí. Pero
al cabo de media hora me encontré y llegué a la parada, que estaba
a unos 5 minutos andando de la parada de metro. Vamos, que si hubiera
ido el viernes directamente probablemente habría perdido el autobús.
Lección 5: No es mala idea hacer una
visita a la parada de autobús/tren antes del viaje (y con tiempo de
sobra) para poder localizarla con tranquilidad. Así se evitan sustos
de última hora y “madremía no encuentro el autobús”.
En cuanto a lo de viajar sola, si os
digo la verdad, no fue ningún problema. Prácticamente ni me enteré.
Supongo que si lo hubiera hecho con alguien se habría hecho un poco
más ameno, sobre todo los viajes en tren, pero el hecho de poder
organizarme el tiempo como quisiera, ir donde quisiera, perderme y
encontrarme sin nadie al lado quejándose o con otros planes, me
encantó. Paraba cuando necesitaba parar y seguía cuando me
apetecía. En algunos momentos me dio un pelín de miedo (sobre todo
cuando empezaba anochecer) pero llegué a los hostales relativamente
pronto, así que no fue mucho.
Con todo preparado, la mochila llena,
los billetes en el bolso, la cámara cargada y unas ganas inmensas, empecé el viaje.
Parecía Bilbo Bolsón, solo que sin
mago. Y sin enanos.
¡Ah! Y por si os lo preguntáis, hice
un total de 793 fotos. Pero no os preocupéis que no las subiré todas. Solo la mitad ;)
Hola!! llevo mucho tiempo siguiendo tu blog porque este verano me voy a Nuremberg de aupair y me esta siendo super útil, así que gracias!! jajaj yo también tengo un blog y he empezado a escribir ahora sobre el tema de aupair pásate si quieres :) un besito!!
ResponderEliminarhttp://twicee2.blogspot.com.es/
¡Carne fresca! Jajaja Me alegro mucho de que te guste y que sea útil ^^
EliminarMe pasaré a hacerte una visita, ¡no lo dudes! :D
Un besazo!
Wow vaya lios con los preparativos, menos mal que salio bien al final :)
ResponderEliminarMe alegro que la experiencia de viajar sola te haya gustado y fuera bien, la verdad que la ventaja es que haces lo que quieres
A ver si subes pronto el viaje, que tengo ganas de leerlo y ver las fotos :)
Besos guapa
Ay, sí menos mal, porque fue un caos todo -.-
EliminarEn ello estoy, intentando organizarme con tanta foto jajajaja
Jaja te entiendo ayer acabe hasta las narices escribiendo la entrada de hecho hice una kilometrica por no tener que hacer dps y doble de chollo
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