viernes, 23 de agosto de 2013

La cruda realidad de los últimos días

Esta última semana está siendo difícil no, lo siguiente.
No pensé que sería tan duro el tema de las despedidas y de la cuenta atrás teniendo en cuenta que llevo desde febrero con el contrato firmado y con los "preparativos". Preparativos que, por cierto, se me han ido acumulando y me ha tocado hacer a contratiempo esta última semana, corriendo de un lado para otro tal que así:
¡Que me cierran el banco!
Entre el caos de "ay dios mío, dónde están las bufandas" y asegurarme 234212 veces al día de que los papeles están en regla se me escapa el tiempo entre los dedos. ¡Pero si hace nada era lunes y ya es viernes! 

A todo esto se suma la vergüenza. ¿Vergüenza? Sí, vergüenza. No la mía, claro está, sino la de un miembro de mi familia muy querido. (MODO QUEJAS: ON) Resulta que mi mamá ha decidido contarle a la familia que su hija querida se va al extranjero "con una beca maravillosa que le paga el alojamiento, la comida...". Sí sí, como lo leéis. Yo estoy muy contenta con mi decisión y con ser au pair, pero parece que para ella queda mejor hablar de becas maravillosas e inexistentes. Se ve que ser au pair es sinónimo de vivir debajo de un puente y no lo sabía. En fin, cosas de madres que hunden a sus hijas días antes de irse
 (MODO QUEJAS: OFF)

He llegado a la conclusión de que puedes intentar mentalizarte todo lo que quieras, pero a la hora de la verdad descubres que no estás preparado para abandonar tu mundo. Por lo menos es lo que me ha pasado a mí, que no he salido nunca del nido. Las ganas locas que tenía al principio se han convertido en noches pensando en si plancharé lo suficientemente bien (sí sí, cosas en las que piensa una cuando no puede dormir xD) o si un niño se me atragantará con una pieza de lego y se morirá asfixiado.
También empecé a hacer una lista mental de cosas que echaré de menos: amigos, familia, mi preciosos gato, Sobre todo los momentos que he pasado con ellos y que no se repetirán hasta dentro de mucho tiempo. Y así he acabado, llorando por las esquinas con cualquier comentario o con cualquier canción que me recuerde que me voy.



Sin embargo, intento aferrarme a ese entusiasmo del principio, esas ganas de hacer cosas, de disfrutar y de aprender. Y sobre todo, de cambiar de aires. 
Como repite siempre mi querida Arya: "el miedo hiere más que las espadas". Y ahora no es momento de tener miedo, es momento de hacerse mayor. 

PD: Maleta a medio hacer y habitación que no tiene nada que envidiar a la jaula de los monos del zoo. Parece que los 23 kg se están quedando un "poquito" cortos.

PD. 2: Después de leer esta entrada un poco después de escribirla me he dado cuenta de que parece que me vaya a la guerra y no vaya a volver nunca jamás xDD A veces me sobrepasa el melodrama :P

1 comentario:

  1. No sabes cómo me recuerda esta entrada a los días previos a venirme a Alemania (y eso que me vine para tres meses, pero tuve las mismas comeduras de cabeza, hasta lo de que se me ahogasen los críos xD).
    Tú tranquila, verás como una vez estés aquí se te pasarán los días volando y ni te acordarás de los nervios pasados en casa :).
    Lo de la beca... En fin, espero que no salgas muy mal parada en caso de que se descubra la verdad, aunque no veo lo vergonzoso de ser au pair. Pero en fin, los familiares tienen sus cosas siempre, a mí también me tocó oír cosas muy WTF. En plan: "No te fíes de los chicos alemanes". Me quedé como... ah, vale, de los alemanes no me fío de ninguno pero de los demás sí, mientras no sea alemán me voy con cualquiera xD.
    Me gusta la frase "el miedo hiere más que las espadas", es una de las cosas que he aprendido aquí, que si me quedo sin hacer cosas por miedo apenas viviré experiencias memorables :). Así que lo dicho, mucho ánimo y ya nos irás contando!

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